APUNTES PARA EL LÍDER || Por Coach Omar de la Rosa

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Omar de la Rosa Vázquez, es coach empresarial y de equipos, colabora con las empresas en desarrollo organizacional y del talento humano, en procesos de cambio. Con experiencia en administración y operaciones por más de 15 años. Correo: [email protected] Tel. 664 6280321

El valor de saber pedir.

En décadas pasadas eran muy valoradas en un líder competencias enfocadas en el conocimiento, habilidades técnicas, dominio de la carrera estudiada, enfocarse en los resultados, cuidado estricto de la metodología, don de mando, exigencia y logro de objetivos a como diera lugar, en este ambiente las conversaciones se limitaban de alguna manera a la simple coordinación de acciones; al correr de los años el líder se ha dado cuenta que ha sido necesario incorporar otras facultades que le ayuden a amalgamar sus habilidades técnicas y fortalecer su liderazgo con el manejo de las personas.

Estas nuevas destrezas, hemos sostenido, están relacionadas con el tema de las conversaciones del líder, qué adentrándonos en su estudio, nos damos cuenta de que es algo más profundo que una simple coordinación de acciones, ya que a través de las conversaciones podemos crear mundos y ambientes donde se pueda potenciar a nuestros colaboradores.

Seguramente has estado en situaciones en las que has girado una instrucción o planteado un objetivo a tu equipo, donde elocuentemente te has esforzado por explicar cada detalle, usaste el ejemplo, la motivación, el tono correcto, el empoderamiento adecuado, pero al revisar el resultado te das cuenta que algo falló y no se logró lo esperado. ¿Qué pasó? ¿Acaso no fuiste claro? ¿no motivaste a tu equipo? Si bien puede haber una infinidad de factores relacionados con esto, hoy quiero introducirte al tema de los compromisos conversacionales y muy particularmente al tema de saber hacer pedidos, planteando una guía que permita revisar este elemento de la conversación y así lograr lo que nos proponemos.

Los compromisos conversacionales son actos del lenguaje que permiten al líder comprometerse o lograr comprometer a su equipo en algo específico necesario para conseguir el propósito que se tiene, estos actos se estructuran en torno a promesas, ofertas y pedidos. Cuando coordinamos acciones lo que hacemos es proyectar nuestros intereses y planificar el futuro y, a través de un pedido, damos comienzo a una serie de movimientos escalonados, donde es necesario el compromiso de quien habla y de quien escucha, una correcta utilización de esto es esencial para una gestión empresarial exitosa.

Un pedido es utilizado por el líder para obtener la promesa de un colaborador que es quien escucha, y espera que la acción pedida sea ejecutada para satisfacer la necesidad planteada; los siguientes son algunas recomendaciones a tomar en cuenta en el proceso de hacer un pedido:

• Asegúrate de que queda claro a quien escucha, quien es quien pide o para quien es lo que se pide.
• Indica quien es la única persona que puede determinar que se ha cumplido con lo solicitado.
• Confirma con nombre y apellido a quien le estas solicitando que se haga lo que se pide. • Se cuidadoso con tener claro sí a quien se le pide ha aceptado o declinado el pedido.
• Especifica cuáles son las condiciones de satisfacción, características y requisitos que se deben cumplir, incluso el tiempo en que se debe entregar lo solicitado.
• Pide al colaborador que parafraseé lo que se le indico, a manera de corroborar una buena escucha.
• Comunica tu pedido en un lenguaje acorde a quien escucha.
• Analiza cual es el mejor medio para hacer llegar tu mensaje, muchas veces una conversación frente a frente es necesaria.
• Comunica a quien escucha el para qué o qué interés existe alrededor de lo que se ha pedido.
• Verifica que a quien le haces el pedido tenga la actitud, capacidad, competencia, poder y autoridad para realizar la tarea.

Con los puntos anteriores es muy probable que disminuyan las escusas o preguntas del tipo: es que no sabía quién lo pedía o para quien era, como solo dijeron que se necesitaba algo no pensé que me dijeran a mí, pensé que lo querías así, a es que me lo enviaste al correo y no lo había leído, es que no sabía que era importante, es que no me hicieron caso.
Antes de buscar culpables o enjuiciar a un colaborador verifica en tu conversación si estos pasos fueron atendidos, tal vez en algo sencillo esté la respuesta a él porque sucedieron las cosas de esa manera, desarrolla y práctica la competencia de formular pedidos que te funcionen.

Omar de la Rosa Vázquez es Asesor y coach empresarial. Colabora con las empresas en desarrollo organizacional y del talento humano, en procesos de cambio. Con experiencia en administración y operaciones por más de 15 años.

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