LA NOCHE DE LOS NAHUALES||Benjamín M. Ramírez
Quienes festejaban la caída de la candidatura de Félix Salgado, el Toro, al gobierno de Guerrero, les duró muy poco el gusto porque a la hora con cincuenta minutos, el organismo encargado dictaminó lo contrario después de retirar la candidatura del controversial político que ha sido señalado y acusado por los delitos violación y acoso sexual, según el colectivo “Las revueltas” quienes pugnan para que a Salgado Macedonio se le retire el fuero y enfrente a la justicia.
Sin embargo, a pesar de los fuertes señalamientos en contra del aspirante al gobierno local, la dirigencia de MORENA no ha determinado un posicionamiento oficial a pesar de los escándalos en la que se ha visto involucrado el abanderado morenista, quien enfrenta el rechazo de amplios sectores de Guerrero, de sus detractores y de los diversos colectivos a nivel nacional.
Considero que el mensaje que desde la dirigencia nacional de MORENA está mandado a toda la población es que se puede tolerar este tipo de señalamientos, y que de alguna manera se le brinda el respaldo, se le cobija y se impulsa a un candidato que siempre ha estado involucrado en situaciones y escándalo que generan controversia. Lo anterior, sin dejar a un lado la presunción de inocencia.
Parafraseando al polémico senador Salgado Macedonio ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
¿Por qué no existe un posicionamiento oficial y definitivo? ¿O a pesar del mensaje que del partido en el poder emana, de tolerancia y apoyo refrendado hacia un candidato en particular, seguirán sosteniéndolo entregando con esas acciones el triunfo a la alianza opositora?
En un país sumido en la violencia, en la desigualdad, en un constante aumento de casos de feminicidios, de violencia y acoso sexual, no se pueden permitir este tipo tolerancia o ¿Qué favores le deben al Toro?
En otros asuntos, supongo que andará muy preocupado el mandatario estatal de Tamaulipas, estado sumido en la violencia, —en donde se muere sin saber la razón ni el por qué, donde se puede quedar en el fuego cruzado— porque convocó a sus correligionarios a una marcha de apoyo ante lo que considera una embestida desde Palacio Nacional.
Supongo que Tamaulipas, la que no se doblega, la que sufre constantemente el asedio de la violencia y de la delincuencia común y organizada, la que sale a trabajar de forma honesta, es más numerosa que la población que salió a defender a su gobernador.
Tamaulipas, lo mismo que en gran parte del país, exige soluciones y acciones concretas.
Otro que se hace al desentendido por la ola de violencia que azota a la entidad es el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, quien asegura que el combate a la delincuencia organizada es competencia federal.
Preguntaría, entonces, ¿Cuál es la labor de las dependencias gubernamentales? Las policíacas de Jalisco, sino una labor preventiva, y las de los órganos judiciales, la de perseguir y castigar los ilícitos; en suma, sostener la justicia y garantizar la paz, pero tal parece que el gobernador de Jalisco sólo sabe endeudar a su estado.
Y lo que pasó es que en Jalisco, en el pueblo de la Jauja, en Tonalá, perdieron la vida doce personas. Los albañiles que esperaban sentados en una banca, a que les pagaran su salario, fueron ultimados cuando sujetos a bordo de una camioneta abrieron fuego contra ellos.
En Jalisco también la violencia está desbordada y no hay quien llame a cuentas a su gobernador.
El que anda muy a la moda de la Roma antigua es el dirigente sempiterno de Movimiento Ciudadano Dante Delgado, ex – gobernador interino de Veracruz, y coordinador de la bancada emecista en la Cámara de Senadores, dijo que el Presidente Andrés Manuel López Obrador encamina todos sus esfuerzos para restituir la “Presidencia Imperial”.
Probablemente el dirigente del partido naranja se refiera a los esfuerzos de los gobernantes en la antigua Roma: Cómodo, Julio César, Calígula, Tiberio, quienes buscaban de alguna manera su permanencia en el poder de manera vitalicia, según las circunstancias del imperio y que fueron asesinados por envidias palaciegas, —terminando de forma trágica a manos de las personas más cercanas a ellos— quienes se convirtieron en sus verdugos.
El caso de Julio César es muy particular ya que revive la figura del dictador, contra todo el bagaje histórico de la República, dirigido por la élite romana representada en el senado, y que fue controlado por Julio César, realizando cambios a las leyes de tal manera que su posición como dictador extraordinario y vitalicio resultó ser una amenaza para los privilegiados.
Debido a las grandes y hábiles maniobras políticas de Julio César, principalmente imponiendo impuestos a las élites romanas para sostener los juegos en el Coliseo romano y de otras leyes que quitaban los privilegios a la clase alta, los senadores urdieron un complot para asesinarlo conocido el evento como “los idus de marzo”.
Dante ya vaticina, como lo hiciera Calígula en su locura, el atroz final de la derrota de la alianza opositora y la perpetuidad de López Obrador como dictador plenipotenciario, en la “Presidencia Imperial”, a la manera de Julio César, en la República romana.
Lo único que puedo avizorar en la carta de Dante Delgado es que los puestos en el senado romano eran hereditarios y sólo podían obtener un escaño los más ricos, quienes dejaban la curul a sus descendientes, hasta que cayeran en la desgracia frente al gobernante en turno.