Ensenada. – Con el fin de mejorar las alternativas que hoy tiene el Águila Pescadora para anidar en la zona costera de Ensenada, este par de semanas se colocarán cinco postes que tendrán plataformas artificiales para que estas aves puedan construir sus nidos de manera segura.
Así lo anticipó el ingeniero José Carmelo Zavala Álvarez, quien encabeza la Subsecretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) en el Estado, destacando la iniciativa impulsada por organizaciones civiles, el gobierno municipal y la Universidad Autónoma de Baja California, dado que es un ejemplo de la actitud amistosa que merecen especies como esta.
“Nuestras ciudades necesitan buscar la armonía con la vida silvestre; el águila pescadora se ahuyentó mucho tiempo, pero está de regreso en Ensenada y hoy 14 de febrero, día en que las personas se muestran amistosas y armoniosas con sus semejantes, hay que recordar que la fauna de vida silvestre también merece ser tratada con respeto y armonía”, dijo.
En entrevista para el Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), destacó que es tiempo de que los seres humanos se reconcilien con la naturaleza para mantener con ella una relación armoniosa y sustentable, por lo que aplaudió que los habitantes urbanos de Ensenada se hayan reconciliado con el águila pescadora.
“Esta es una nueva actitud, una actitud amistosa que cree que podemos vivir juntos nosotros y las especies que ya vivían aquí, como el águila pescadora; no es la actitud muchas veces hostil de aquellos habitantes urbanos que ponen clavos, púas o mallas en techos, porches y vistas de las ventanas para que las aves no puedan pararse y anidar”, opinó.
La “razón-pretexto” de los habitantes para asumir una actitud hostil y ahuyentarlas, añadió Zavala Álvarez, es “proteger” sus construcciones para que los excrementos de estas aves no las “ensucien” o deterioren, cuando lo que debemos hacer es reconciliarnos con las aves, con quienes compartimos un mismo hábitat.
El titular de la SDS, una de las subsecretarías agrupadas en la Secretaría de Economía Sustentable y Turismo (SEST), aplaudió la propuesta de organizaciones como Pro Esteros, Contacto Salvaje y el Club de Observación de aves Los Correcaminos, así como por el Departamento de Educación del Ayuntamiento de Ensenada y la UABC.
“Ensenada tomó esta iniciativa con los grupos ambientalistas locales y desde la SEST la apoyamos con gestión y colaboración para que, en la próximas dos semanas, se instalen estos cinco postes, que incluirán tarimas para que el águila pescadora lo observe todo desde las alturas y nosotros podamos convivir con ella, reconectando con la naturaleza”, expresó.
El proyecto ya está en marcha, afirmó, será una realidad la propuesta de plataformas artificiales para Águila pescadora a lo largo de la zona costera de Ensenada, se trata de una especie que ya fue recuperada exitosamente en Guerrero Negro, por lo que hay una comunidad grande y sana, de las mejores en las costas del Pacífico.
“Aquí en Ensenada, Gonzalo de León, director del Parque San Pedro Mártir, y uno de sus tesistas, estudian con mucho detalle cómo las águilas pescadoras construyen sus nidos, qué tanto sobreviven en las condiciones en que están anidando, por eso este programa tiene este toque de humanidad, este toque de no conflicto, de no hostilidad”, remarcó.
La idea, explicó, es poner postes de luz con tarimas o plataformas en la parte alta, para que allí pueda anidar el águila pescadora; su hábitat es la costa, pero anida en antenas de radio, postes de luz con corriente eléctrica, lámparas, anida donde puede, con el riesgo de electrocutarse o de que se caigan los huevos porque sus nidos no están en un buen lugar.
“Se solicitó el apoyo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que donó los postes para que después se diseñaran las tarimas de carga, se hagan fichas informativas y se coloquen 10 postes, 5 en las próximas dos semanas, desde El Sauzal hasta la bahía, cerca de nidos ya localizados”, comentó José Carmelo Zavala.
Finalmente, en cuanto a la importancia ecológica del águila pescadora, recordó que esta especie es un depredador que se alimenta de peces de pocas profundidades y es también un indicador de la salud del ecosistema porque, si su alimento se afecta por contaminantes tóxicos, el ave también se ve afectada y eso alerta de dicha amenaza a las pesquerías.